Amanda Gutiérrez
2015-2016

¿Cómo construimos la historia de una ciudad que incluya el relato de los vecinos?
¿Cómo mantenemos los cambios en su estructura, incluyendo a sus habitantes y sus necesidades?
¿Es posible activar un espacio crítico a través de la memoria colectiva?

En la elaboración y desarrollo de una ciudad encontramos el cambio perpetuo de lo que Boris Groys llama la “ciudad utópica”, un espacio que se mueve a través del tiempo y los cambios, una ciudad tradicional, que es anti-turístico. En este sentido el turismo romántico no está en la búsqueda de la utopía, está en pos de identidades locales y diferencias culturales, rastreando el lugar de acontecimientos históricos, monumentos y puntos de referencia de revista. Lugares que hablan de la historia desde una perspectiva oficial, pero olvidándose de la historia oral, de los que vivían, de los que la construyeron y de aquellos que actualmente viven en el lugar.

El volumen creciente de turismo también acelera el proceso de monumentalización. El objetivo de buscar lo local y la exotificación de un lugar, el lugar que se construye a través de cambios basados puramente en su desarrollo económico. Para el romántico burgués, el turismo es la pérdida de la “auténtica y única experiencia”, que mira a la historia como forma de mercancía.

En el ensayo: La ciudad en la era de la reproducción turística, filósofo Boris Groys menciona el papel del artista viajero, que tuvo que salir de su propia ciudad para hablar y ser consciente de las circunstancias económicas de otras comunidades, dentro de una ciudad global. En mis residencias y proyectos anteriores, hablo de la memoria de migrante, dentro de la construcción de la casa como espacio íntimo, en una nación extranjera. Es un factor importante, asumir que yo soy extranjera, posiblemente también una turista. Para construir una relación de confianza fue importante esclarecer esa relación crítica, en mi condición de gestora cultural transitoria y exponente de este turismo.

When the buildings speak: a collective narrative project [Cuando los edificios hablan: un proyecto de narrativa colectiva], partió del diálogo con entidades locales, colectivos artísticos y personas interesadas en el tema de la narrativa urbanística de su propia localidad.

La idea original de esta pieza está basada en una investigación a largo plazo, que ha ido alimentándose por medio de proyectos en colaboración y bajo el análisis de la ciudad. Este es el caso de Pilsen Derivas, que se fundó a partir de un taller de análisis urbano en Pilsen, un barrio de Chicago, utilizando la Deriva como principal herramienta. Así como en México DF, mi ciudad natal, con el proyecto Poemas Tonales de Edificios, que tuvo como principal objetivo, encontrar las capas históricas de edificios y espacios públicos, por medio de narrativas personales.

Residuografía de Girona
¿Que observamos al ver los residuos que nos entrega una ciudad?

Esta deriva planteaba un recorrido donde los asistentes pudieron observar la diversidad de dos barrios de inmigrantes de la ciudad de Girona, tomando en cuenta los residuos que se encuentran en sus alrededores. Este recorrido partió desde el Barrio Judío y culminó en la Plaza del Barco. Esta deriva hizo énfasis en las relaciones históricas y contemporáneas de las corrientes migratorias que construyen esta ciudad.

La caminata concluyó con el mapeo de las experiencias y la traducción significativa en el plano social, por medio de la psicogeografía aplicada a la ciudad de Girona.

Estas conversaciones derivaron en la creación de un guión sonoro, centrado en la interacción histórico, social y económica entre la ciudad y la memoria de sus habitantes. Este medio condujo a la creación de un itinerario virtual, utilizando la cartografía digital como soporte. Los clips de audio de cada parada dentro del mapa, están conformados por la historia oral y recreada, por individuos que aportaron con sus opiniones, observaciones y experiencias, con un punto crítico ante el rol del turismo cultural en la ciudad de Girona.